Esta entrada va única y por entera dirigida a mi hijo, con el que tuve la gran suerte de poder compartir los últimos 30 kilómetros de su estreno en la distancia reina del atletismo, y no precisamente en cualquier lugar, sino en Madrid, donde todo corredor madrileño se debería estrenar, nuestra Maratón, la de casa, la que coges el metro para ir a la salida, la dura, la que algunos años diluvia como el pasado, y otros te asas, la que pasa por el corazón, los pulmones y las principales arterias de la capital, acabando en un escenario inigualable, con un Parque del Retiro a reventar de gente, contagiada por este gran día de fiesta.
Con quien pude apreciar en vivo y en directo y esta vez no en mis carnes, las etapas de una maratón, la cuales cuando uno está metido en ella, no las reconoce, sino a posteriori, y se cumplen, vaya que se cumplen:
Mi visión, su visión :
Estapa 1 RITUAL
Yo: Entrega de la bolsa en los roperos, después de los últimos días de achaques y dolencias (no conozco ni a un solo maratoniano, que no le ataque esta hipocondría), ya estar en el día D es un alivio, te lo noto en la cara, y a pesar de que has llevado unos entrenos no muy ortodoxos, creo que estás preparado para hacer una primera visita a la distancia. Últimos consejos: seguir al globo de las 4:00 hasta que me una a ti en el km 12, para hacer el resto de la carrera, e hidratarte en todos los avituallamientos. Te diriges hacia los cajones con otros compis de entrenos, que también debutan.
El: Es entrar en el paseo de coches
con la idea que vas a hacer por primera vez la distancia, en mayúsculas.
Había
soñado
anoche con Filipides y todo era real. Enfilo los últimos metros que dentro de 5 horas
volveré a recorrer, con un corazón que palpita cada vez más
fuerte según llego a meta. Estoy taquicardico, tanto entreno para este
momento, quiero empezar a correr ya y apaciguar el caballo desbocado que galopa
en mi pecho.
Etapa 2 ADRENALINA
Yo: Te imagino, ya en los cajones, esperando que den la salida, y donde uno ya está deseando ponerse a mover las piernas, para que el corazón empiece a bombear sangre, esa adrenalina generada que solo la conocemos los que hemos estado ahí, difícil de describir en palabras, ese sabor en la boca, ese paseo de los cajones posteriores hasta la línea de salida que se hace eterno, aunque solo son unos minutos.
El: me da la sensación
que llego tarde. Que no podré entrar en mi cajón. Los roperos
están
muy lejos y solo quedan quince minutos.
Los nervios aún están rondando mi cabeza, mis músculos,
hasta que al final estoy en el paseo del prado, rodeado de valientes que van a
enfrentarse a dos duras pruebas, pues sea media maratón o los 26.2, en
Madrid el romance adquiere toques épicos, color de leyenda. Y lo que antes
me parecía poco tiempo, ahora se me hace eterno. Suena el disparo de
handbikes y mis pies piden marcha. 5 minutos aún, son una eternidad.
Etapa 3 EXALTACION
Yo: Ya estas corriendo, te sientes bien, muy bien, con el globo de las 4 horas a la vista, vas adelantando a gente, otros te adelantan, pero si el globo es fiable (no lo fue) , te llevara a un ritmo que te resultara muy cómodo, ya habrá tiempo de modificar la estrategia de carrera. En el km 12 me uno a ti, vas bien, se te nota en la cara, alegre, disfrutando del ambientazo de esta fabulosa mañana primaveral.
Tirón de orejas al "pacer", a pesar de ser un corredor que conozco, muy majete, muy enrollado, pero me temo que todo el que iba justito a por esa marca, las pasaría canutas, no se pueden hacer kms entre 5:10 y 5:20 ( bastantes, en un tiempo final que el ritmo medio es a 5:40, y tirón de orejas para el segundo "pacer", yo, por no haber frenado esto hasta el cruce de la media maratón, cuando pasamos con 7 minutos de adelanto sobre el tiempo previsto. Aquí decidimos hacer nuestra carrera, y dejar que el globo se fuera alejando, teniendo un último pensamiento para los que iba a dejar en el camino.
Hasta el km 24 mantenemos el 5:40, pero el muro me temo que va a aparecer antes de la cuenta.
El: me siento pletórico. Los dolores, el malestar desaparece cuando empiezo a volar. Los dos primeros km tratando de recortar los minutos de más que me saca el pacer que era mi objetivo. Tenía 12 de margen, pero quería llegar pronto y dejarme llevar por un trote cómodo. Mis pies acarician el asfalto y el tiempo pasa. Me olvido de distancias y disfruto del ambiente.
Cuando se me unen mis dos liebres, mejor digo Ñus,
me siento ir en manada. Avanzamos y me olvido de mi cuerpo, funciona solo.
La bajada por Preciados arranca mis primeras lágrimas,
y la desembocadura en Sol abre un dique de emociones que volverá
como las olas, una y otra vez.
Etapa 4 SOLEDAD
Yo: Es increíble, que puedas estar rodeado de gente y a la vez estar solo, el ritmo empieza a bajar sensiblemente, ya no hablas nada, contestas con monosílabos, te recuerdo seguir hidratándote, y tomándote los geles. En el Km 27, andamos por primera vez, no sería la última, pero no importaba, paso rápido, también valía, muchos kms para meta, te voy dando ánimos, todavía recuerdo la primera vez que ande en una maratón, me sentí fracasado, incluso me daba vergüenza reconocerlo, no quiero que eso te pase a ti, volvemos a trotar, ya sabemos lo que toca de aquí al final.
El: en Avenida de Valladolid llegan las primeras dudas. Cerca del 25 y temo no acabar. Reserva, no fuerces, puedes, llegarás, no te duele nada, me digo. Mi mente grita y mi cuerpo no lo entiende, pulmones bien, core bien, piernas bien, pies bien. La cabeza lanza un ultimátum y es mejor hacer caso. Camino. Camino y por primera vez noto la carga en los cuádriceps. Bien, susurra ella...
Etapa 5 DESESPERACION
Yo: Todos estos kms se hacen eternos, lo que pasa por la cabeza de uno, solo lo sabe el mismo, intento que no tengas pensamientos negativos. El globo de los 4:15, nos alcanza, psicológicamente puede ser duro, pero en esta prueba hay que saber cambiar de objetivo sobre la marcha, sino estas muerto. Vas callado, empiezas a tener algún problema muscular, ya a estas alturas se, a ciencia cierta, que lo único que te va a evitar llegar al Retiro es una lesión.
El: sé que no conseguiré mi objetivo según voy avanzando, pero mis sueños se rompen cuando veo el 4:15 adelantarnos. Pero enseguida me repongo, sigo corriendo y sé que lo voy a lograr, que voy a llegar y que ya tendré muchos años para bajar tiempos. La idea es acabar y seguir amando lo que haces.
Etapa 6 EUFORIA
Yo: El ultimo km de una maratón es un renacer, las piernas recobran la energía que hacia kms que habían perdido, el griterío de los espectadores es ensordecedor, varios de tus colegas están ahí corriendo contigo, yo me salgo del recorrido, tu encaras esa recta ultima, que te hará sentirte el ser más poderoso del planeta, y que te hará olvidar todo ese sufrimientos de hace solo unos minutos.
El: la última milla de las carreras siempre me despiertan del letargo, de esa continua paz mental que he mantenido los últimos kilómetros. Aprieto el paso y mi mente le hace un guiño a mi cuerpo, y éste se lo agradece. Vuelvo a volar como hiciera en aquella primera milla de carrera, justo antes de entrar al retiro me abordan ellos, los chicos de la villa que llevan más de dos horas esperando, tras haber acabado sus respectivas carreras. Corren conmigo, me animan, mis pies aunque ya volaban cogen más velocidad. Me despido de ellos y de mi Hermes particular, mi padre, que también se queda fuera del retiro, todos queriendo respetar aquel momento de gloria que me espera.
Últimos metros juntos |
Etapa 7 EMPEÑO
Yo: Disfrutaras como no lo has hecho antes, de los momentos, horas y días posteriores, aplicaras lo aprendido a nuevos retos, y en tu cabeza una tormenta de objetivos se desencadenara, y a la que tendrás que poner orden para afrontarlos con garantías.
El: vuelvo a llorar al recibir aquella medalla. Hacia dos años me había estrenado en la media de madrid y sufrí tanto que prometí no volver a correr más de 10km nunca más. Esta vez término una maratón sin ningún dolor más que el del esfuerzo, la carga en los músculos que me tendrá derrengado los próximos días. Sufrimiento y lágrimas bien invertidas y que acaban de permitirme acceder a un nuevo mundo. Creía que no estaba preparado psicológicamente y sin embargo lo he conseguido. 4:13 Madrid, nos vemos en 360 días. Prepárate.
Mención especial para Javier Patricio, por habernos acompañado en el nacimiento de un maratoniano.
Mi enhorabuena a tu hijo! La primera nunca se olvida! Y yo tambien termino andando. Un saludo
ResponderEliminarUn lujo compartir esta carrera en el estreno de tu hijo. Envidia sana.
ResponderEliminarEl domingo el mío me acompañó los ocho ultimos kilómetros, jamás lo hubiera imaginado. Se estará gestando un futuro nuevo maratoniano?
De momento muchas felicidades a mi tocayo, tu hijo Raúl. Ojalá sea el primero de muchos.
Un fuerte abrazo a los dos.
Muchísimas felicidades, Tomás. Una alegría inmensa compartir esta pasión con la familia. Un abrazo enorme
ResponderEliminarQue bueno Tomas, tiene que ser una sensación fantastica correr en casa y con tu hijo, a ver si te veo en alguna carrera aunque ahora te has pasado casi al 100 % a la montaña.
ResponderEliminarPufff Tomas que crónica, me ha encantado, he imaginado todas esas sensaciones y me has alegrado el día...
ResponderEliminarDale de mi parte la bienvenida y la enhorabuena a tu hijo y para ti también claro... en mi primer maratón hice el mismo tiempo :-)
un fuerte abrazo socio
Felicidades¡¡¡, completarla es el exito, el tiempo es la anecdota, ya tienes compañia para el futuro, debio ser una maravilla ir juntos, que fantastico.Seguro que fue duro ese final pero entre dos se lleva mejor.
ResponderEliminarUn abrazo Tomas.
Tomás que maravilla esa experiencia vista desde los dos puntos de vista.
ResponderEliminarEl próximo año espero acompañaros.
Un fuerte abrazo
Felicidades para los dos Tomás. Con la cuerda que tú tienes te va a dar tiempo de iniciar también a tu nieto.
ResponderEliminarAúpa¡¡¡¡
ResponderEliminarEnhorabuena pareja¡¡¡¡
ya tenemos otro más, jejejeje
No me gustan los globos ni en pintura¡¡¡¡ pude seguir la prueba en varios puntos, y lo comenté:"el que haya intentado seguir los globos de 4:00 está muerto¡¡¡¡"" mi hermano y un amigo acabaron en 3:48, y por Sol los globos de 4:00 horas iban muy por delante de ellos¡¡ ya se sabe salen muy adelante¡¡
Mi debut también fue en MAdrid, y al igual que tu hijo, tras jurar no volver a correr un MAratón, al día siguiente, dije en 365 días nos vemos, y entonces ganaré yo.... y así fué...
Gracias por dejarme vivir esta experiencia con vosotros. Amigos.
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